Poder abrir la Escuela Infantil El Genio fue para mi, el comienzo de un sueño. Desde que era una niña tenía la ilusión de dedicarme profesionalmente a la educación infantil y por fin podía empezar.
Desde el principio tenía claros dos principios:
- La primera rodearme de profesionales con vocación, porque este trabajo no lo puede realizar cualquier persona.
- La segunda es que es imprescindible la formación continua, no solo para poder desempeñar bien el trabajo, si no para avanzar al ritmo de los cambios y aplicando los nuevos conocimientos que se van adquiriendo, en la educación a todos los niveles.