Escolarización en el primer ciclo educativo
Una pregunta muy recurrente para madres, padres y educadoras es cuando empezar en la escuela infantil. Muchas son las dudas sobre la relevancia de la escolarización en el primer ciclo de educación infantil. Diferentes estudios prueban que los primeros años de los pequeños y niñas son fundamentales para su desarrollo físico, cariñoso, social y cognitivo. En Escuela Infantil El Genio vamos a intentar ayudarte a resolver esta cuestión.
¿Cuando empezar la escuela infantil?
En esta etapa, las conexiones neuronales que se producen en el cerebro de los niños y pequeñas son mayores, y su evolución es increíble. Los peques aprenden a moverse en el espacio, a explorarlo, a interactuar con él y también ir aprendiendo mediante sus propias acciones. Empiezan a comunicarse, primero mediante ademanes y vocalizaciones, y poco a poco su lenguaje va evolucionando y desarrollándose a pasos de gigantes. Empiezan a conocer el planeta que les rodea, y también procuran comprender las normas sociales que lo rigen.
Este aprendizaje viene predeterminado en parte por la genética, si bien el ambiente en el que el niño y la niña se desenvuelven es vital para desarrollar y potenciar las peculiaridades individuales de cada uno de ellos. Es en este momento donde se sientan las bases para el aprendizaje, adquiriendo las habilidades para charlar, expresarse, meditar y aprender, que tendrán una gran repercusión en su desarrollo y comportamiento futuro.
Es importante conocer cómo son los niños y las niñas a estas edades, para poder acomodar la actuación educativa a sus peculiaridades generales, como conocer cuáles son sus características individuales, su situación personal y las diferentes habilidades que cada quien tiene, para realizar una intervención personificada, que deje al alumnado desarrollar al máximo sus capacidades.
En estas edades, comienzan a adquirir el lenguaje, aparecen las primeras palabras, y su vocabulario va incrementando de manera rápida. Les encanta hablar, tienen tanto que decir que en ocasiones les cuesta organizar lo que desean expresar. Precisan hacer muchas preguntas, pensad que es normal, están descubriendo un planeta absolutamente nuevo para ellos.
Precisan movimiento, les agrada explorarlo todo, y el juego, es la mejor herramienta para su aprendizaje. Simulan ser papá, mamá, la seño,… procurando entender de qué forma funciona su entorno y asimilarlo.
Es importante dejarles hacer cosas por ellos mismos. En esta edad, descubren su autonomía, y desean hacerlo todo ellos solos. Es esencial dejarles hacerlo, si bien al comienzo tarden más, y no lo hagan del todo bien. Poco a poco van a ir aprendiendo, y pronto veréis lo bien que son capaces de hacer las cosa solitos.
Empiezan a formar su personalidad, saben lo que desean y luchan para lograrlo, por eso una de sus palabras preferidas a esta edad es “no”, y son frecuentes las rabietas. Les cuesta ponerse en el lugar del otro , compartir y además, descubren muchas emociones que les cuesta identificar. Es importante que les ayudemos en esta labor, dejándolos expresarse libremente y sin prejuicios, y ayudándoles a ponerles nombre a sus emociones, a fin de que poquito a poco puedan regular su conducta de forma afirmativa.
La medicina neurológica y diversos estudios biológicos señalan la necesidad de estímulos externos que precisa el sistema nervioso para arrancar sus diferentes funciones. La herencia genética predetermina unas características psíquicas y orgánicas, que se desarrollan en un entorno que les afecta.
Por consiguiente, podemos aseverar que el tiempo cariñoso, las variables ambientales, la estimulación, las ocasiones de actividad y las experiencias que le ofrezcamos determinarán el grado de desarrollo y la evolución de sus aprendizajes.
La escuela infantil, ofrece multitud de experiencias, promueve las relaciones con un conjunto de iguales, con el que ir aprendiendo, regulando su conducta, aprendiendo a relacionarse y a establecer lazos afectivos, así como con adultos diferentes al núcleo familiar. Empiezan a probar distintas emociones, y juntos, aprenden a identificarlas y a procurar supervisarlas. La escuela además de esto, ofrece diferentes ocasiones de aprendizaje, usando juegos manipulativos, para aprender haciendo, cuentos, canciones,… Dando la oportunidad para expresar sus vivencias, sus gustos, desarrollando su lenguaje y potenciando su expresión y comunicación.