Neuroeducación en infantil
¿Por qué neuroeducación en infantil?
Como normalmente andamos buscando la manera de mejorar la metodología en la escuela infantil El Genio. Hace unos meses, hablando con una persona, una mujer que lleva mucho tiempo estudiando las aplicaciones de la neurociencia para la educación, le preguntamos si veía viable la utilización de estos nuevos conocimientos sobre el cerebro y el proceso de aprendizaje. Nos contestó que no solo es posible, con los conocimientos que hay en la actualidad sobre neuroeducación, debería estar aplicándose ya a las primeras etapas de desarrollo.
Neuroeducación en infantil
Los estudios científicos demuestran que la primera niñez (desde el nacimiento hasta los seis años) es una etapa vital que requiere de unos cuidados y de unas experiencias esenciales que dejen edificar en el cerebro infantil pilares sólidos para una adecuada enseñanza futura:
- Nutrición: El cerebro de los pequeños precisa de una dieta equilibrada para cumplir con las funciones cerebrales esenciales y la desnutrición provoca retrasos en el desarrollo motor y cognitivo como falta de atención o pobre capacidad de memoria, lo que afecta a la capacidad de aprendizaje.
- Sueño: Los pequeños deben dormir las horas indicadas para su edad, en tanto que el sueño deja el afianzamiento y consolidación de los aprendizajes efectuados a lo largo del día en la memoria a largo plazo y sostiene los niveles de atención durante el día.
- Ejercicio físico: Los niños deben realizar ejercicio de forma frecuente, en especial ejercicio aeróbico, en tanto que mejora el rendimiento cognitivo al provocar modificaciones en la estructura y funcionalidad de su cerebro que facilitan los aprendizajes.
- Curiosidad: El aprendizaje en los primeros años de vida ha de ser espontáneo, lúdico y agradable ya que si se activa la curiosidad del niño, se activa también la atención y se facilita la adquisición y consolidación de las cosas aprendidas. Una forma de aprender mediante la curiosidad es el juego, de forma que es indispensable que todos y cada uno de los pequeños tengan tiempo libre para jugar y divertirse aprendiendo.
- Experimentar. Hasta los 6 años de edad, los niños tienen un pensamiento muy concreto y aprenden a través del movimiento, de percepciones y de sensaciones, ya que además son las primeras áreas del cerebro en desarrollarse. Por ello, los pequeños precisan interactuar y probar directamente con aquello que se les está enseñando.
- Uso de las nuevas tecnologías: El empleo de las nuevas tecnologías (T.V., Tablet, consolas, ordenador) por parte de los niños tiene efectos positivos y puede facilitar el aprendizaje cuando se usan de manera moderada (por poner un ejemplo, 15 minutos al día), puesto que optima la activación de las zonas cerebrales que se hacen cargo de la atención, la memoria, la planificación, el razonamiento, la toma de resoluciones o bien la autoregulación sensible.
- Normas. Los niños deben tener normas desde muy pequeños, en tanto que les deja saber de qué manera tienen que actuar y aprenden a anticipar consecuencias, facilitando su aprendizaje.
- Afecto: El vínculo afectivo desde el nacimiento deja al niño adaptarse al entorno, regular su frustración, confiar en sí mismo y buscar autonomía, factores imprescindibles para el aprendizaje.
- Aprendizaje por observación: Durante los primeros años de vida, la mayoría de los aprendizajes que efectúan los niños se producen por observación, de tal modo que los adultos tienen que actuar como modelo para ellos, en tanto que los pequeños aprenden de ellos habilidades cognitivas, sociales y emocionales.