La educación debe ir hacia un proceso de enseñanza-aprendizaje consciente, basado en la neuroeducación.
Numerosos estudios e investigaciones destacan la importancia de los primeros años en la vida de los niños y los consideran como cruciales para su aprendizaje. En esta etapa, la genética, junto a las experiencias ofrecidas por el entorno, van a marcar una peculiar forma de pensar, ser y actuar, y por tanto, a determinar la personalidad infantil. Es por esto, que maestros y familias, no podemos permanecer al margen y debemos aunar esfuerzos para encontrar cuáles son los métodos, recursos y estrategias más adecuadas para favorecer su desarrollo.
Desde la Escuela Infantil el Genio, es nuestro objetivo buscar todos aquellos recursos y estrategias más adecuadas para favorecer el desarrollo de nuestros alumnos y en esta búsqueda constante, apostamos por la Neuroeducación.
La neuroeducación es una disciplina que combina los conocimientos generados por la neurociencia, la educación y la psicología respecto a cómo funciona el cerebro y que tiene como objetivo aprovechar los conocimientos sobre el funcionamiento cerebral, para enseñar y aprender mejor.
Desde esta perspectiva, estamos convencidas que la mejor manera de ayudar a nuestros alumnos, pasa por saber cómo funciona su cerebro y cómo aprende.
En primer lugar, algunas consideraciones que la neuroeducación pone de manifiesto respecto a cómo funciona el cerebro, son las siguientes:
- Cada cerebro es único, irrepetible. Su proceso de desarrollo es gradual y está vinculado a factores genéticos y ambientales.
- Existen factores de alteración y de potenciación del cerebro: familias y maestros podemos marcar la diferencia.
- La primera infancia es la base del desarrollo humano: incidir en esta etapa aumenta significativamente las probabilidades de mejorar las capacidades de nuestros alumnos y por tanto, de evitar posibles dificultades que pudieran surgir en el futuro.
Estas consideraciones, suponen importantes implicaciones educativas que van a necesitar de adultos conscientes, responsables y comprometidos con el aprendizaje de los niños. De aquí que debamos preguntarnos, ¿cómo familias y maestros podemos ayudar a nuestros hijos y/o alumnos en su aprendizaje?. Algunas sugerencias son:
- Ofrecer experiencias multisensoriales.
- Dar especial importancia a las emociones.
- Favorecer la experiencia y la actividad infantil; se aprende haciendo.
- Ofrecer un ambiente cálido y acogedor, donde el niño se sienta seguro para actuar, para comunicarse, donde el error no se considere como un fallo y/o equivocación sino como parte del proceso de aprendizaje.
- Utilizar el juego como herramienta fundamental; el juego es una actividad natural e innata en los niños.
En el desarrollo y utilización de estas estrategias, tanto en casa como en el aula,no existe un único camino, ni por supuesto fórmulas mágicas… tan sólo, hacia un proceso de enseñanza-aprendizaje consciente. Algunas consideraciones sobre este proceso aquí.